miércoles, 27 de febrero de 2008

Fetichismo

No fue una buena idea. Vale que fuimos los mejores amantes, que abriste infinitas sendas por mi tímido cuerpo, que tu boca fue la maestra de mi intimidad... Pero no fue una buena idea. Ahora, cuando los veo en su frasco de formol, como testigos lejanos de todo el placer que suspiré, te echo de menos. No debiste regalarme tus labios disecados.
-.-.-.-.-.-.-.-
egl, 2004

2 comentarios:

Unknown dijo...

Claro que no!! pero qué hizo ese insenstato!!! Todo el mundo sabe que quedan mejor unos ojos bien abiertitos sin párpados ni nada.
Ay, qué inexperto en el arte de regalar...

jg@ dijo...

Cada uno de tus textos me deja sin saber qué decir. Como yo soy muy de escribir mamarrachadas me da la impresión que si te pongo tonterías en los comentarios es como que no lo he leído, así que dejo que el silencio hable por mí la mayor parte de las veces.

Pero que sepas que leo e interiorizo.