lunes, 5 de mayo de 2008

Diario de un jubilado

21 de marzo de 2136
Científicos estadounidenses han desarrollado un programa informático que permite distinguir aficiones de vocaciones. El procedimiento es sencillo: un avanzado software de señalización de pensamientos conectado a un escáner cerebral corriente, de los que podemos encontrar en cualquier tienda especializada.
Bravo por los yanquis, pero el invento llega cuatro décadas tarde a mi vida. Si entonces hubiera dispuesto de semejante artilugio, otro gallo habría cantado. En vez de cobrar mi ridícula pensión de ingeniero de Caminos, sería un feliz entomólogo y no tendría cientos de mariposas disecadas prendidas con alfileres en las paredes de mi casa.
-.-.-.-.-.-.-.-
egl, 2003

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si la pensión de un ingeniero es ridícula, qué diremos los licenciados en derecho... yo sí q hubiese necesitado el aparatejo, pero entonces sería un filóloga hispánica con menos jubilación aún! Maripuy

Unknown dijo...

tal vez a nosotros nos haya llegado a tiempo el inventillo? creo que hoy es siempre, todavía.
(vale, no encaja con la idea, pero a que queda de pm?)
;)
salud!!